Soy una joven artesana, tengo 15 años, me considero totalmente
ecológica y con una conciencia de reciclaje inmensa. Fabrico manillas con
plástico de botellas cortado en tiras, con éste mismo material elaboro
cartucheras y monederos: Uso las latas de cerveza para hacer manillas, correas
y aretes, las tapas de las gaseosas metálicas o plásticas las utilizo en la
elaboración de prendedores y dijes; estas últimas también las reciclo para la
fundación SANAR (Que atiende niños con cáncer). Las botellas de vidrio las
transformo en materos colgantes, decoro espejos con cucharas plásticas y los discos
compactos los pinto y con éstos hago portavasos.
Aunque las artesanías poco tienen que ver con mi
programa de formación el cual es Técnico en cocina, Ficha:
466734, creo ciegamente en la
cultura de un planeta + verde, porque para mí el cuidado del medio ambiente es supremamente
importante; además, por mi cultura ecológica mi sueño es convertirme en una
chef reconocida y tener mi propio negocio. Esto va de la mano, porque sé que
con las artesanías de materiales reciclables, no sólo ayudo al planeta sino que
las convertiré en la decoración emblema de mi restaurante.
Mi estadía en el SENA ha significado un sacrificio
enorme, puesto que aún estoy en el Instituto Técnico Superior de Pereira donde
curso el décimo grado; en ocasiones, aunque pocas, me toca caminar desde el colegio
hasta el SENA y de la misma manera regresar a casa, en un recorrido de cerca de
60 cuadras, por los altibajos económicos que no faltan. Pero, estos obstáculos
no impiden que poco a poco vaya construyendo escalones para irme acercando a la
meta.
Mi horario en el colegio es en la mañana y en el SENA
es de 12 del día a 8 p.m. Pero, aplacé en el SENA la competencia de las 12 del
día, precisamente, para formarme en Cocina de 2 p.m. a 8 p.m.
Mi mensaje es “Los jóvenes deben explotar su mente y su ingenio, buscar mejorar al mundo, comenzando con acciones pequeñas como reciclar”
Valentina Mejía Largo
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