sábado, 12 de abril de 2014

¿Quién dijo discapacidad?

‘Nosotros somos de la discapacidad cognitiva, pero a través de esto sabemos que no hay barreras’ Robinson Bermúdez Hernández
Soy una persona normal, con las mismas capacidades, como todos los seres humanos, común y corriente’ Juan José Castro Tobón

Pereira, 11 de abril de 2014. Da gusto escuchar a Robinson Bermúdez Hernández explicando su ecoestufa inteligente: ‘A través de la imaginación estamos creando nuevos artículos para el mercado. Esta ecoestufa trae un panel de luz solar, a través del sol se alimenta la estufa, puede ser que nos falte un artículo eléctrico y esta estufa va a reemplazarlo, avisa cuando se incendia, no tiene perillas, por lo tanto los niños no lo pueden manipular, al colocarle encima los alimentos ella misma se prende, funciona a través de la Internet pues a larga distancia la puede uno prender, no da olor, ahorra energía. Proyectamos la imaginación y esperamos que algún día esto se haga realidad. Nosotros somos de la discapacidad cognitiva, pero a través de esto sabemos que no hay barreras’.

Robinson hace parte de los jóvenes en discapacidad cognitiva que reciben formación en el programa técnico en Auxiliar en Servicio al Cliente quienes realizaron la muestra de sus proyectos imaginativos con la misma propiedad y agilidad con la que lo hace una persona que hace uso de todas sus potencialidades de análisis, comprensión y deducción.

Aunque parezcan salidos de la realidad: Una ecoestufa inteligente, un lapicero corrector, guantes que tienen incorporada la esponjilla sabra y el jabón, máquina de motilar a la que se le programa el corte de cabello, un árbol de navidad giratorio, la Tablet que se maneja con el movimiento de los ojos, el horno mágico que prepara el menú que usted le indique, un computador portátil que trae la impresora incorporada, un espejo que aumenta o disminuye la imagen, un dispensador multiusos para el baño pues tiene champú y acondicionador y a  su vez trae celular, TV, radio y videollamadas, fueron expuestos en la tarde del viernes 11 de abril con el fin de demostrar las competencias en mercadeo y comercialización de estos aprendices que llevan 7 meses de formación en el SENA Risaralda.

Por su parte, los pañales para las perras, el cómic con la historia de Cleo y la pulpa de fruta de Juanjo, son otros proyectos que pueden hacerse realidad, como el proyecto de Juan José Castro Tobón, quien a sus 23 años y con el apoyo de su familia comercializa pulpa de frutas Juanjo a 3.500 pesos la libra. La empresa Frutos del Jordán se encarga de procesar la fruta y se la entrega a Juanjo para la respectiva comercialización.

Llevo como un mes vendiendo el producto, me apoyan de la misma familia, mi mamá que se llama Martha Lucía Castro Tobón, la familia SENA, mis instructoras Patricia Echeverry y Patricia Gallego. Con el dinero de las ventas yo ahorro para los torneos de natación, soy deportista de alto rendimiento, entreno 4 días a la semana. Soy una persona normal, con las mismas capacidades, como todos los seres humanos, común y corriente’ explica el joven Juan José.

‘La muestra de proyectos resultó ser una actividad muy productiva tanto para los jóvenes expositores como para sus familiares, aprendices, y funcionarios del SENA Risaralda que los acompañaron, apoyando una ardua labor que demuestra inclusión, no discriminación y calidad en la formación ya que a los aprendices se les evalúan los componentes de emprendimiento y ética’ explicó la instructora Patricia Esperanza Echeverry.


Algunos de estos aprendices son patrocinados por la empresa de seguridad y transporte de valores G4S y al término de su formación se desempeñarán en diferentes hoteles de la ciudad y en la Caja de Compensación Familiar de Risaralda, Comfamiliar.